Hoy os quiero hablar de un problema que me preocupa desde
hace ya muchos meses. Mi hija ha cumplido tres añitos hace muy poquito. Poco
después de cumplir los dos años le quitamos el pañal, todo fue muy bien al
principio, pero unos 5 meses más tarde empezaron los problemas de retención y
escapes con los que seguimos luchando a día de hoy a base de laxantes,
consultas a diferentes pediatras, médicos estomatólogos, homeópatas.. No se
trata de ningún problema físico sino más bien psicológico y para mi sorpresa es
bastante común en los niños tiempo después de dejar el pañal: se llama encopresis.
Os voy a contar la historia desde el principio ya que en
este tiempo he observado que es un problema mucho más frecuente de lo que
pensaba, y mi objetivo es intentar ayudar con mi experiencia y sobre todo
prevenir en la medida de lo posible.
Como decía al principio, a los 2 años le quitamos el pañal,
nos costó aproximadamente un mes pero la verdad es que todo salió más o menos
bien, a pesar de que era invierno y todo el mundo suele recomendar hacer este
tránsito en los meses de verano porque hace calorcito y es más fácil, aparte de
que los padres solemos tener más tiempo.
La verdad es que en nuestro caso no recibimos ninguna
información sobre este paso que me parece tan importante en el desarrollo y
madurez de un niño. Ni si quiera una charla en la escuela infantil, ni una
orientación de la tutora, ni de la directora, nada. Simplemente cada padre iba
pensando cuando creía que era el momento de su hijo y lo comunicaba, eso sí,
una vez trasmitido el deseo la tutora ponía todo su énfasis en enseñar a cada
niño y he de decir que en nuestro caso fue una ayuda excepcional.
Fue más que nada un empeño mío porque pensaba que mi hija
estaba en ese momento preparada y que seríamos capaces de “enseñarla”. A día de
hoy he de decir que estoy algo arrepentida ya que quizá me precipité, no se
trataba de una competición ni nada por el estilo, simplemente no contaba con
toda la información con la que cuento ahora y pensaba que mi hija ya era
“mayor”.
En primer lugar cometí algunos errores por desconocer el
método, que pudieron dar lugar a una profunda confusión a mi hija. Las horas
que pasaba en el “cole” no tenía pañal, a excepción de la siesta. En casa
tampoco tenía, pero si teníamos que salir e ir a algún sitio comprometido, (una
visita al pediatra por ejemplo), pues se lo ponía, por lo tanto si ella se
hacía pis no sentía la sensación de mojada que tenía que sentir para intentar
entender la necesidad de utilizar el orinal. Así pues, se lo poníamos y
quitábamos dependiendo un poco de nuestros planes, cosa que a día de hoy pienso
que es un error que no hace más que confundir y alargar el proceso de
aprendizaje.
Lo primero que aprendió fue la caca, ya que para nosotros
siempre fue más sencillo explicar el “empuje” para que salgan las heces, con el
pis era algo más complicado hacer coincidir ese momento más involuntario mientras
estaba sentada en el orinal. Pero al final tras el mes de entrenamiento tenía
dominados los dos aspectos. Como dije al principio, su educadora nos ayudó
mucho y el que nuestra hija pasara por este proceso junto con sus amiguitos
también.
Todo iba de maravilla hasta que meses después comenzó el
problema. No se si en algún momento tuvo algún escape y alguien la regañó, o no
cual fue el origen, pero por alguna razón el algún momento se estriñó un poco.
Esto hizo que las heces se pusieran más duras y que por tanto le resultara más
difícil evacuarlas y es posible que en algún momento se hiciera alguna
heridita, (alguna fisura anal). Y así es exactamente como empieza el problema
de la pescadilla que se muerde la cola: estreñimiento, heces duras, dolor,
incontinencia, heces más duras, mayor dificultad, mayor dolor, mayor aguante….
Y cada vez peor como podéis imaginar.
Todas las consultas al pediatra son más o menos iguales, le
quitan importancia al problema, dicen que “son fases” y le prescriben laxantes
infantiles o algo que ayude a hacer más blandas las heces. Hemos pasado
por Eupeptina, distintos tipos de
aceites, supositorios y enemas, estos dos últimos la aterrorizan y hemos
decidido no volver a usar..
Al final el resumen es que llevamos así unos 9 meses, y por
mucho que me digan que los laxantes se pueden administrar todo el tiempo que se
necesite y que no hacen nada, la verdad es que no comparto la opinión y no creo
que el problema de raíz se esté solucionando. Llevamos muchos meses con Movicol
en diferentes dosis, (un sobre al día, dos, hasta cuatro, medio cuando parece
que la cosa va mejor..).
Sólo una pediatra quiso investigar el origen del problema y
solicitó una analítica completa, de sangre, heces y orina, así como una
ecografía. También le hizo un tacto
rectal con el que observó que estaba llena de heces y que además tenía una pequeña
fisurita.
Hasta ahora ha sido la que mejor ha afrontado los síntomas,
pero creo que seguimos sin dar con el origen del problema para poder
solucionarlo de forma definitiva, simplemente pasamos por temporadas muy buenas
y otras de “recaída”.
Creo que los padres tenemos que armarnos de paciencia para
afrontar este problema, ser respetuosos y ponernos en la piel del niño que es
el primero que lo pasa mal. Da mucha penita ver cómo sufre, cómo le viene el retortijón y se aguanta, no quiere acercarse al orinal, al igual que sufre la vergüenza cuando se hace un poquito de caca en las braguitas porque se le escapa y sabe que no debe ser así pero es incapaz de controlarlo. Los padres también sufrimos mucho al verla y quizá damos demasiada importancia al problema hablando todo el día de la situación, incluso cuando llaman los abuelos es una de las primeras preguntan que nos hacen para saber si el día va bien o no, y no nos damos cuenta de la presión que podemos estar ejerciendo sobre ella de una forma indirecta. Las soluciones pasan por normalizar la
situación, restarle importancia e intentar hablar de la educación de esfínteres
a través de los cuentos, (como alguno de los que podéis ver en las imágenes de este post). En este sentido ha sido de gran ayuda para mi el blog Minerva y su
mundo que contiene un montón de recursos prácticos, al que estoy totalmente agradecida: Mi
hija no quiere hacer caca: soluciones
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Aquí os dejo un post de Davinia Martín de Reevolución en familia que explica cómo hacer las cosas bien:
ResponderEliminarhttp://www.reevolucionenfamilia.com/2013/04/retirada-del-panal-o-control-de.html